Es innegable que el Terminal Punto de Venta adquiere una gran trascendencia en todo comercio. Ello da pie a que los propietarios de negocios opten por adquirir buenos TPV. En el pasado suponía un desembolso considerable de dinero, pero hoy en día resulta asequible gracias a una alternativa cada vez más tenida en cuenta por los propietarios de negocios.
Nos referimos a comprar un TPV de segunda mano. Dicha tendencia ha adquirido una gran popularidad. Tanto es así que no resulta complicado encontrar más información en medios de comunicación generalistas. Pero, ¿a qué es debido? Básicamente es fruto de tratarse de la mejor elección posible, lo cual viene dado por los siguientes factores.
Los TPV de segunda mano: Cuestan la mitad y ofrecen los mismos resultados
Lo primero que llama la atención es el ahorro que proporciona un Terminal Punto de Venta de segunda mano. Hablamos de un descuento de más del 50%, es decir, el coste de uno de estos terminales es de la mitad.
Teniendo en cuenta las dificultades económicas que atraviesan la mayoría de negocios, es de agradecer un descuento de semejante calibre. Sin embargo, es comprensible que algunos gerentes, directivos y propietarios duden sobre si ello repercutirá en la calidad del conjunto. Afortunadamente no es el caso.
Normalmente, estos terminales son inicialmente usados por otros negocios durante un tiempo mediante la fórmula del leasing, es decir, son alquilados. Una vez que termina el contrato, son devueltos y acto seguido es el propio fabricante el encargado de reacondicionar el producto. El objetivo es claro: proporcionar un rendimiento idéntico en comparación con el mismo TPV recién salido de fábrica. Incluso ofrecen soporte técnico para los nuevos compradores.
Para tal fin no solo adquiere trascendencia el hardware en sí. Por supuesto, no puede pasarse por alto el software. Con ciertos terminales supone un quebradero de cabeza, especialmente cuando el usuario debe hacer frente a una licencia anual o vitalicia. Pero, ¿qué sucede si se opta por un TPV de segunda mano?
En este caso el programa que implementa el terminal se basa en el código libre. Por tanto, no exige el desembolso de ni un solo euro adicional, lo cual aporta tranquilidad y estabilidad económica a los comercios que optan por esta alternativa. Además, es la empresa que lo vende la responsable de ofrecer servicio técnico a sus compradores para ayudarles en la configuración inicial de sus terminales.
Nuevamente no se trata de algo que afecte de forma negativa a la calidad del producto o a su eficacia. Todo lo contrario: la comunidad suele permanecer muy activa en lo referente a las actualizaciones de esta clase de software.
Terminales de segunda mano con 3 años de garantía
Cuando un negocio se plantea comprar un equipo de segunda mano en alguna de las plataformas que hay en Internet, la principal preocupación que tiene es que el vendedor no le ofrece algún tipo de garantía sobre la compra, ya que son transacciones entre particulares que no incluyen factura. Por eso, es recomendable comprar siempre en tiendas especializadas en terminales punto de venta que, además de vender equipos nuevos, ofrezcan la posibilidad de adquirirlos reacondicionados.
Los TPV reacondicionados son equipos de segunda mano previamente revisados para garantizar que su funcionamiento es el mismo que uno nuevo. Por eso, se ofrecen con hasta 3 años de garantía y, siempre, se facilita al comprador una factura de compra, la cual resulta muy útil si surge algún problema.
Es por todo ello que, con el paso del tiempo, la adquisición de un TPV de segunda mano se ha acabado convirtiendo en la mejor decisión posible para cualquier comercio, indistintamente del sector en el que opere.