Son muchas los detalles a planificar a la hora de hacer un viaje; sin embargo, existen un detalle súper importante que suele pasarse por alto: prevenir cualquier contratiempo con la contratación de un seguro de viajes. Sea por desconocimiento de sus ventajas o por no ser consciente de los riesgos que implica salir de casa sin este, es una de las decisiones que se toma en última instancia, o en el peor de los casos, se prescinde de su contratación por incrementar el precio final del viaje ¡Error! a continuación se entenderá porqué.
¿Por qué contratar un seguro es la mejor decisión?
Considerando la cantidad de riesgos a los que se expone al salir de casa, viajar sin seguro puede convertirse en una equivocación más costosa que la inversión necesaria para su contratación; para hacerse una idea más clara de su importancia, se exponen algunas de las situaciones en las que no contar con él se convierte en un verdadero dolor de cabeza:
- Viajes cancelados: la primera situación en la que llegan los arrepentimientos de no haber contratado un seguro de viaje es ante la cancelación o postergación del mismo; siempre que la causa del imprevisto esté contemplada en las condiciones de la póliza, la cancelación de la salida no representará problema alguno.
- Enfermarse en el extranjero suele ser muy costoso: ponerse enfermo o accidentarse lejos del lugar de residencia supone un gasto enorme, sobre todo, a suelo internacional donde la asistencia sanitaria, tener que retornar anticipadamente o ser repatriado representan tres de los más grandes desembolsos que tiene que hacer un viajero.
- Pérdida del equipaje: los robos, pérdidas o daños a las maletas son situaciones que están a la orden del día en los aeropuertos, de ahí que contar con un seguro de viaje representa una alternativa viable para no tener que lamentar demasiado el imprevisto. Asimismo, en muchos casos, la cobertura se extiende a la indemnización en caso de que la situación se suscite en la habitación del hotel o en el interior de un coche.
¿Cómo elegir el mejor seguro de viaje?
La primera recomendación antes de decantarse por una póliza u otra, es empaparse muy bien de todos los detalles respecto al destino al que se pretenda viajar, y es que conforme a las características que lo definen, será acertada o no la elección de ciertas coberturas.
Otro punto relevante es informarse respecto a la clase de acuerdos que tiene el país de residencia, con el de destino, verificando si está cubierta la asistencia sanitaria, así como su disposición a brindar servicio público de salud que brinde atención al turista.
Asimismo, es de considerar el funcionamiento de las administraciones públicas – embajadas y policía – si el aeropuerto acumula retrasos, posibles problemas de orden público, enfermedades habituales o deficiencias en agua y comida que suelan causar problemas digestivos.
Por último, está el tiempo de permanencia, ya que el coste total de la póliza dependerá no solo de las coberturas incluidas, sino del período por el cual tenga que brindar protección.