Ondas de calor, insomnio, ansiedad, incremento de peso, cambios de humor, cefaleas e inclusive lapsus de memoria. Quien está en la menopausia debe haber sentido literalmente todo eso en la piel, y quien todavía no está allá puede imaginarlo: en la menopausia, todos y cada uno de los desconfiados del TPM aparecen acentuados y con efecto prolongado.
La razón primordial es el desequilibrio en la producción del estrógeno y la progesterona, hormonas femeninas producidas por los ovarios. Con el objetivo de la regla, que ocurre entre los cuarenta y cinco y los cincuenta y cinco años, la producción cae y todo el cuerpo padece. El estrógeno, por poner un ejemplo, es quien se encarga de la distribución de la grasa anatómico, de la fijación del calcio en los huesos y del equilibrio de las grasas en la sangre, aparte de la protección de funciones cerebrales como la memoria. Por consiguiente, es más usual que las mujeres postmenopáusicas desarrollen enfermedades cardiovasculares y osteoporosis (que es la pérdida de calcio en los huesos).
Es con el seguimiento regular del ginecólogo que cada mujer descubre si debe o bien no someterse a tratamientos hormonales a lo largo de la menopausia. Mas es esencial que todos sepan que nada es más eficiente para la salud femenina que la combinación de la práctica de las actividades físicas con una dieta compuesta de comestibles que asisten a atenuar los síntomas de cada una de las etapas de la vida fértil de la mujer, desde la primera regla hasta la vetustez, pasando por el embarazo. Cada una de ellas tiene peculiaridades que “requieren” la ingestión de nutrientes concretos.
A continuación, presentamos más información al respecto:
Los mejores alimentos para la menopausia
Leche y derivados: la leche es rica en proteínas y calcio. Como en la menopausia, el organismo tiene la absorción de calcio dañada, debido a la caída de estrógenos, consumir leche y derivados ayuda a eludir el debilitamiento de los huesos, que puede generar osteoporosis. Aparte de leche y derivados, otros comestibles fuentes de calcio son las hortalizas verdes oscuras, como brócoli, rúcula, espinaca y col.
Soja: el comestible tiene una esencial substancia llamada isoflavona, que tiene una acción afín a la del estrógeno en el cuerpo de la mujer. Con eso, calma ciertas reacciones ocasionadas por la menopausia, como la resequedad de la piel.
Pescados, sobre todo los grasos: es esencial el consumo de pescados, como la sardina y el salmón, pues son ricos en omega tres, un ácido graso esencial para supervisar los niveles de colesterol, prevenir enfermedades cardiacas y asistir en las funciones cerebrales. Esta carne blanca prosigue siendo la primordial fuente alimenticia de vitamina liposoluble D, que contribuye a la capacitación ósea y facilita la absorción del calcio. Tomar sol todos y cada uno de los días, por lo menos quince minutos, asimismo es esencial para adquirir esta vitamina.
Oleaginosas: productos como castañas, nueces, aceites vegetales y almendras son fuente de vitamina liposoluble de tipo E, lo que es ventajoso para calmar las ondas de calor propias de la menopausia. La nuez es singularmente buena para entrar en la dieta a lo largo de ese periodo, ya que contiene el mineral selenio, que ayuda a robustecer las funciones cerebrales.
Chocolate amargo: este es el chocolate que contiene cuando menos un setenta por ciento de cacao en su composición. El comestible tiene una substancia llamada triptófano que estimula la producción de serotonina, la hormona del bienestar. Esto ayuda a eludir inconvenientes como la depresión y la ansiedad de ese periodo. Comestibles como el plátano, la leche y la semilla de calabaza asimismo son fuentes de triptófano.
Y no olvides que nada mejor para liberar la serotonina que la práctica frecuente de actividades físicas. Ya que el ejercicio no solo causa bienestar, sino robustece los huesos, controla los niveles de colesterol, evita enfermedades y logra mantenerte joven por más tiempo.