¿Sabías que los seres humanos nos encontramos sometidos a un prototipo de guerra química que, a pesar de no ser visualizada, afecta significativamente dentro de segmentos que podríamos considerar fundamentales y que desarrollan ciertos escenarios del reino vegetal? De responder afirmativamente ¡Te invitamos a leer este artículo! Ya que en las próximas líneas te brindaremos una explicación a este proceso, la forma en la que se desarrolla e incluiremos su respectiva finalidad.
Las plantas dentro del proceso de guerra química
Desde un punto de vista superficial, las plantas podrían ser catalogadas como organismos dotadas de una apariencia simple, sin embargo, al analizar cabalmente los procesos físico-químicos nos podemos percatar de una gran variedad y complejidad de rutas metabólicas y procesos vitales. La lucha, competencia y guerra son un trío de palabras protagónicas dentro del desarrollo de la civilización humana. Sin embargo, no son exclusivas dentro de nuestra especie, o la del reino animal, sino que también pueden ser presenciadas dentro de las plantas.
Los sistemas dunares son estructuras ambientales de transición donde se adjudican hábitats que favorecen la percepción del público respecto la documentación de los procesos bioquímicos. Las dunas son formaciones adyacentes a las zonas litorales y de carácter mundial, pero con especial presencia en el mediterráneo, donde se visualizan características muy relevantes en relación a factores físico-químicos producidos, factores que además de afectar a las plantas son establecidos en comunidades vegetales típicas de dichos hábitats.
Las platas psammófilas se encuentran dotadas de adaptaciones fisiológicas y morfológicas que les facilita la labor de crecer en el sustrato móvil y enfrentarse a un ambiente limitante.
El sedentarismo de las plantas las limita a un factor que, desde la percepción humana, resulta imprescindible: el movimiento. Sin embargo, en lugar de convertirlas en organismos de evidente pasividad, desarrolla en las mismas una variabilidad de estrategias. Los olores y colores son dos de sus características más evidentes, usadas para llamar la atención a través de mensajes olfativos y visuales que les brinda la capacidad de relacionarse entre ellas.
Asimismo, es a través de estos procesos donde se desarrolla la detección de aquellas que ‘favorecen’ su consistencia de sobrevivir, y de aquellas que la distancian del procedimiento, frente a éstas últimas entrarán en un proceso donde reinará el escenario de competición.
Por qué las plantas están sometidas a una guerra continúa
Dentro del reino vegetal, no solo se implican factores químico-físicos, sino que los procesos que se derivan de la competencia inter-específica a través de componentes químicos resultan un factor fundamental. Los compuestos orgánicos volátiles que son sintetizados por las plantas le facilitan la interacción con el entorno, que les brinda la facilidad de protegerse de parásitos, patógenos y herbívoros, incluyendo procesos alelopáticos de las competencias.
Las moléculas llamadas terpenoides son quienes conforman la estructura de los compuestos orgánicos que tienen el protagonismo dentro la analogía de armas químicas.
A través de la alelopatía se determinará el proceso mediante el cual los organismos, en este caso, las plantas, lucharán por lograr su objetivo, sobrevivir.