Limpiar las orejas de una mascota no es difícil, pero vale la pena saber cómo hacerlo para no causarle ningún daño a nuestra mascota.
Una persona que decida tener una mascota debe ser consciente de que un perro o un gato no solo se trata de jugar juntos y tumbarse en el sofá, sino sobre todo de una responsabilidad. Por esta razón, no debemos comprar animales para los niños como regalo, ya que rara vez podrán hacerse cargo de las necesidades que implica vivir con un gato o con un perro.
Tanto los gatos como los perros pueden desarrollar diversos problemas de oído. Por ello, es muy importante no solo controlar, vacunar y desparasitar a nuestras mascotas con regularidad, sino también controlar el estado de sus oídos, ojos y dientes. Si se hace de forma sistemática, las infecciones se detectarán a tiempo y se podrá iniciar el tratamiento.
Enfermedades y prevención: ¿Cuándo se deben limpiar las orejas de un gato?
Las orejas sucias no siempre significan que un gato está enfermo. A veces, la cera se acumula en sus oídos, pero algunos gatos se deshacen de ella solos, por ejemplo, lavándose unos a otros.
Por su parte, la sarna es una enfermedad peligrosa porque puede transmitirse a otros animales y personas. Si se detectan ácaros en uno de los gatos o perros, todos los animales deben ser tratados. Ignorar la enfermedad puede contribuir a una pérdida auditiva completa. Además de que el gato puede sufrir de otitis, así como infecciones bacterianas o tiña. Así mismo, debemos de tener en cuenta que los problemas de oído pueden ser el resultado de una alergia.
Los síntomas pueden variar, pero vale la pena llevar a tu gato al veterinario cuando su comportamiento parezca sospechoso. Presta atención a si el gato: inclina la cabeza en una dirección, se rasca las orejas y se coloca junto a ellas, está deprimido y no responde a las llamadas, ha perdido el apetito de la noche a la mañana, evita el contacto con los humanos.
¿Cómo limpiar las orejas de un gato?
Para la limpieza, puedes usar líquidos especiales o toallitas que se pueden comprar en una tienda de mascotas. A menudo tienen propiedades antibacterianas y antialérgicas. Todas las preparaciones tienen una fecha de caducidad y se pueden utilizar durante algún tiempo después de la apertura (por ejemplo, dos meses). Los productos en mal estado pueden dañar a tu gato y deben reemplazarse con frecuencia.
Antes del procedimiento, es una buena idea encerrarse con el gato en el baño. Si se ha decidido por un líquido, debes colocar las gotas (a veces una, a veces tres, consulte las instrucciones) en el oído y masajear el pabellón auricular. Después de un tiempo, se debe permitir que el gato incline la cabeza y luego se debe recolectar el exceso de líquido con una bola de algodón o un pañuelo de papel.
La limpieza casera de las orejas de tu gato no siempre resultará eficaz. También puedes lavar las orejas de tu gato con una bola de algodón empapada en agua hervida o parafina líquida, pero no se puede usar vinagre, peróxido de hidrógeno o alcohol.
No debes limpiar las orejas de tu gato con una hisopo, porque puedes lastimar fácilmente a tu mascota con él.
Al contrario de lo que parece, no debes hacerlo con demasiada frecuencia. Las orejas de los gatos son muy propensas a la irritación, pero la flora bacteriana natural de las orejas no debe alterarse todo el tiempo. Para personas sanas, se recomienda limpiar los oídos una vez al mes.
¿Cómo limpiar las orejas de un perro?
La técnica es similar a la de los gatos. Las orejas del perro se pueden limpiar con un líquido, un pañuelo de papel o un algodón empapado en agua hervida o parafina líquida. Vale la pena acostumbrar a su perro a este procedimiento gradualmente. Al principio, debemos recompensarlo por su comportamiento tranquilo incluso con un breve toque de sus oídos, pero con cada intento posterior vale la pena aumentar el tiempo.
Los perros con orejas largas y caídas son más propensos a las infecciones, por lo que debes revisar sus orejas con frecuencia. Esto puede estar relacionado con la humedad en los oídos de tu perro, pero las infecciones también pueden ser el resultado de alergias.
Una buena higiene de los oídos es muy importante, pero para los perros tampoco debes excederte en la limpieza. Si notas una secreción en el oído de tu perro (marrón, amarillo, marrón rojizo, negro), y al mismo tiempo sientes un olor desagradable procedente de este lugar, debes acudir al veterinario lo antes posible. Otros síntomas de la enfermedad del oído incluyen gemidos al tocar esta parte del cuerpo del perro, inclinar la cabeza o aletear las orejas.
Además, jamás debemos medicarlos por nuestra cuenta, sólo el veterinario puede hacer el diagnóstico preciso e iniciar con el mejor tratamiento posible.
¿Cuándo debes bañar a tu perro?
Depende de la propia mascota. Los perros de pelaje corto deben lavarse una vez a la semana, pero para algunas razas de pelo largo también se recomienda un baño cada 10-14 días. Si el perro está sucio, tiene alergia en la piel o va a una exposición canina, será necesario un baño con el champú adecuado. Otros perros solo necesitan bañarse una vez al mes.
No tienes que lavar a tu perro después de cada paseo. A veces basta con limpiarle las patas con toallitas especiales, que también son adecuadas para limpiar las orejas, los ojos, los pliegues y las arrugas del perro. Otra opción es utilizar un champú seco (spray, polvo o espuma).
Limpiar las orejas de un perro y un gato no es difícil, pero tu mascota primero debe acostumbrarse al hecho de que le toques las orejas. Por lo general, los gatos pueden ser menos capaces de manejar esto, pero también deben ser recompensados después de la cirugía. Para limpiar bien las orejas de tu mascota, vale la pena elegir un líquido o toallitas especiales. Al acicalarte, ten cuidado de no meter nada demasiado profundo, ya que esto puede dañar a tu mascota.