Es normal que todas las parejas enfrenten problemas, ya sea en un corto o largo periodo después de haber empezado o a convivir juntos. Esta situación, que puede presentarse en innumerables casos, impide lograr la felicidad plena y que la relación continúe avanzando.
Si este es su caso, es bueno señalar que tiene solución. Las terapias de pareja son vitales y de gran ayuda para aquellos enamorados que no se dan por vencidos y quieren darse nuevas oportunidades en el amor.
Podemos definir la crisis de pareja como una situación en la que se generan conflictos que parecen no resolverse. Aunado a eso, los afectados tienen una ansiedad acumulada que los hace sentirse indispuestos a solucionar dicho problema; lo que ocasionaría que, con el tiempo, cada quien tome su rumbo y la relación termine acabándose.
Este tipo de crisis no suele ser del todo negativa, a pesar de que representa peligro y angustia para los implicados, también puede tomarse como una oportunidad. Los problemas de pareja suelen vivirse, mayormente, cuando hay momentos de confusión y se acaban las destrezas que, hasta el momento, se habían puesto en práctica.
Buscar un equilibrio, requiere de que se activen nuevos comportamientos, prácticas y voluntades que sean mejores que las ejecutadas anteriormente. La pareja debe tomar en cuenta lo que han aprendido durante el camino que han recorrido juntos, ya que han madurado y se conocen mejor.
¿Cómo detectar el problema?
Una crisis de pareja es algo que no se da de la noche a la mañana, es un proceso que va enmarcado por una serie de huellas. Es recomendable buscar ayuda cuando los síntomas que a continuación te indicaremos empiecen a notarse.

- Yo no existe nada en común y no sienten placer en hacer cosas juntos, como antes.
- Uno de los dos ha descuidado la higiene personal y los hábitos que antes eran una costumbre
- Cuando discuten, quieren terminar rápido la conversación para no entrar en debate. En algunos casos, se tornan intensas.
- En el ámbito sexual, el deseo se ha acabado y ya no hay intimidad.
- No pueden ponerse de acuerdo para tomar una decisión porque las diferencias se convierten en un obstáculo.
- Los defectos del otro suelen ponerse en primer lugar, por lo tanto, le incomoda todo lo que dice o hace.
- Las críticas destructivas se hacen constantemente con mala intención, para terminar, hiriendo los sentimientos del otro.
- La actitud defensiva se impone ante los comportamientos de su pareja.
Si los integrantes de la relación llegan a acuerdo para superar esta fase de crisis, los especialistas en psicología aseguran que una terapia de pareja puede ser la anhelada solución. En dicho tratamiento, ambos podrían llegar a un encuentro en el que expresarán sus inquietudes y sentimientos. El médico tratante será un mediador y les ayudará en encontrar las alternativas necesarias para mejorar su convivencia y, así, la relación pueda consolidarse. La humildad será fundamental en este proceso.