Theory of the Second Best, o la Teoría del Segundo Mejor, es uno de los teoremas económicos más avanzados e importante desde el decenio de 1956.
Fue introducido por Kelvin Lancaster y Richard Lipsey con The General Theory of the Second Best. A continuación, se explica su función y por qué es tan importante.
¿Cómo funciona la teoría del segundo mejor?
El segundo mejor establece que si una de las condiciones necesarias para lograr un óptimo de Pareto es, de alguna forma, inalcanzable, las otras, a pesar de ser teóricamente posibles, dejan de ser deseables.
Es decir, cuando una condición que integra al óptimo de Pareto no se logra, la única alternativa para conseguir un “óptimo” es abandonando las otras condiciones.
El “óptimo” que se logra de esta forma se denomina el segundo mejor, puesto que se adquiere en imposición a las nociones del óptimo de Pareto.
Con bases en argumentos matemáticos, la teoría establece que una situación concreta, caracterizada por un error o desviación del óptimo perfecto, resulta en la disminución neta del bienestar social.
El profesor Robert Bloomfield, de la Universidad de Cornell, experto en economía y administración, asegura que esta teoría no es popular, a pesar de que se reconocen como real, por el hecho de no facilitar argumentos sencillos: “si existen distintas imperfecciones en el mercado y una amalgama de propuestas simplistas, eliminar un solo factor no hará que mejore obligatoriamente la eficiencia asignada,” dice.
Una institución, por ejemplo, que se disponga a acabar con la contaminación, no es explícitamente positiva: podría ser el autor de consecuencias no intencionales y que sean peores al problema que esté intentando arreglar.
Desde esta perspectiva, no se puede asumir que la eliminación de una regulación que obstaculice la libertad sea positiva por naturaleza. Puede representar otra imperfección, desencadenando un resultado peor que carecer de libertad.
Ejemplo de la teoría del segundo mejor
En el mercado de una empresa monopolística, donde las actividades envuelven la producción de efectos negativos, como la contaminación, las acciones para resolver el problema puede sugerir medidas gubernamentales de prevención y control. En consecuencia, se distancia de la noción de libre mercado, despegándose del óptimo de Pareto.
Llegado a este punto, se tienen dos alternativas:
- Separado el monopolio, se forman muchas empresas con la intención de enriquecerse en el mercado. En la invariante búsqueda por aumentar la producción, disminuir los costes y sus precios, se descuida el control de la polución y eleva el derroche.
- Manteniendo el monopolio, la gigante sigue dominando el mercado y el punto de equilibrio del precio ya no es determinado por la ley de oferta y demanda, sino que son fijados para maximizar las ganancias de los directivos y accionistas.
Ambas situaciones se alejan del óptimo de Pareto, pero favorecen otras condiciones:
- Por un lado, puede suponerse que el caso de la competencia sea socialmente más valioso que la salud de los miembros de la sociedad.
- Por otro lado, se puede reducir el nivel de contaminación validando el monopolio y, de esta forma, lograr proteger tanto el medio ambiente como el bienestar de la población.
Cualquier alternativa se desprende de los principios expuestos por Pareto y adopta las nociones del segundo mejor.
Interpretaciones de la teoría del segundo mejor
Desde el punto de vista macroeconómico, considerando que la economía se encuentre en una situación no óptima, la modificación, bien sea el aumento, reducción o eliminación de los factores que la integra, puede llevar a una situación mejor o peor sin conocer de antemano cuál rumbo tomará.
De ser positivo, el factor que se elimina podía estar compensando los efectos negativos de un segundo. Mientras que si es negativo, el bienestar habrá empeorado.
Este u otro cambio puede alejarse o acercarse al óptimo de Pareto. Cuando se abandonan las condiciones de optimización, las modificaciones del sistema económico no pueden distinguirse entre positivas o negativas y mejores o peores sin realizar un estudio profundo de la situación. Esta se considera la “interpretación mejorada.”
El teorema es combinado con el principio de John Forbes Nash, mejor conocido como el Equilibrio de Nash, cuyo resultado es el origen de la interpretación pesimista.
Muchos expertos aseguran que, combinando las naciones de Kelvin Lancaster, Richard Lapsey y John Nash, se adquiere un concepto que no puede aplicarse y cuyo impacto en una nación se desconoce sin haber estudiado una amalgama de variables y consultado con decenas de especialistas.
Esto advierte que toda universalización de recomendaciones económicas es incierta: no se puede dar el mismo consejo económico a todos los países y en todo momento.
Gracias a la globalización, se han vislumbrando recetas que los expertos catalogaron universales, y que todo país debería aplicar. No obstante, aconsejar a las naciones de la misma forma, sin tener en cuenta su estado y puntos fuertes, es una tendencia que viene en aumento desde el decenio de 1990.
Aplicaciones de la teoría del segundo mejor
Las aplicaciones del teorema del segundo mejor son tan novedosas como la creatividad de las personas.
Tiende a emplearse, en especial, en la economía del desarrollo y la economía del bienestar. No obstante, se extiende a otras áreas, como por ejemplo:
- El comercio internacional,
- Los estudios del empleo,
- Los estudios sobre bienes públicos,
- Los estudios de fallos económicos, y
- Los análisis microeconómicos generales.
La mayoría de los economistas, políticos y otros especialistas deben actuar en una situación que difiere del desideratum. Así que su aplicación general envuelve una fusión entre la teoría del segundo mejor con el teorema de la información asimétrica y la Condición de Samuelson.
Solo bajo circunstancias excepcionales, los mercados libres son eficientes, lo cual sugiere la intervención de un actor que adecue y corrija los mecanismos del mercado. En este caso, aunque en la mayoría de las situaciones tenga participación, no necesariamente debe ser el Estado. Como resultado, se obtiene un estilo de economía mixta.
En todas las naciones que validaron la ligera invención del Estado para fomentar el desarrollo, su economía se encontraba en lejos de las nociones del segundo mejor.