Asimismo, famosa como vulvovaginitis, la vaginitis se identifica por el desarrollo de procesos inflamatorios en el área de la vagina. El inconveniente es consecuencia de cambios epidérmicos en exactamente la misma zona, que se deben a cambios anatómicos ocasionados por el embarazo o bien la menopausia. Otras causas de la vaginitis son las reacciones alérgicas que la mujer puede manifestar tras el contacto con determinados tejidos o bien substancias químicas.
Además de esto, hay que rememorar que ciertos hábitos perjudiciales amplían la posibilidad de que la mujer tenga vaginitis. Uno de ellos se refiere al empleo usual de pantalones ajustadísimos. Otro hábito alarmante es el empleo progresivo de absorbentes internos. Sumemos a todo esto a una limpieza desregulada de la zona íntima.
Eludir todos esos hábitos perjudiciales no garantiza que la mujer esté libre de padecer vaginitis. No obstante, estos cambios son esenciales como formas de prevención.
¿A quién afecta? La vaginitis afecta primordialmente a las mujeres en edad reproductiva, así sea por cambios en la vegetación vaginal o bien por infecciones trasmitidas. No obstante, asimismo puede afectar a las pequeñas, debido a su actividad hormonal limitada y, en ocasiones, a la carencia de higiene, a las mujeres menopáusicas – cuando se genera una atrofia genital – y a las mujeres gestantes – debido a una mayor concentración de glucógeno en las células vaginales ocasionada por la actividad hormonal de la gestación.
¿Cuáles son las posibles causantes?
Infecciones íntimas
En verdad, la causa número 1 de cualquier clase de secreción y proceso inflamatorio en la vagina son las infecciones recurrentes cuando la mujer:
- tiene múltiples parejas sexuales;
- ha sido tratada con antibióticos;
- pasó bastante tiempo en un hospital;
- sostiene una higiene deficitaria respecto a la vagina.
Vaginosis bacteriana
Entre las infecciones consideradas, la vaginosis bacteriana es una de las más registradas. En un caso así, la infección se debe al exceso de población de una bacteria en la zona vaginal.
Esto ocurre primordialmente a lo largo de la regla o bien tras la práctica sexual. Una de las señales es la aparición de un flujo de color amarillo con una fragancia muy desapacible.
De qué forma tratar: el tratamiento puede ser tópico (a través del empleo de cremas medicinales que se aplican de forma directa en la zona vaginal) o bien oral. El tratamiento escogido depende del análisis efectuado por el ginecólogo.
Candidiasis
La candidiasis se debe al exceso de hongos cándidos en la vagina. Como resultado, la mujer presenta una secreción granulosa y blanca. Aparte de eso, el incremento de la frecuencia urinaria y un escozor prácticamente inaguantable.
La candidiasis es un inconveniente habitual asociado con un sistema inmunológico desgastado. Una de las causas de esta debilidad es la elevada tasa de agobio, además de esto de:
- presencia del virus VIH;
- diabetes;
- tratamiento anterior con antibióticos o bien corticosteroides.
Vaginosis citolítica
Este aspecto de vaginitis es bastante infrecuente. En todo caso, la mujer ha de estar atenta a ella, puesto que el cuadro sintomático recuerda mucho al de la candidiasis. Es esencial un diagnóstico preciso a fin de que la mujer no sea sometida a un tratamiento inapropiado. Así, vale la pena observar los signos propios de la vaginosis citolítica, como:
- poco frecuentes;
- sensación de ardor vaginal;
- excrementos persistentes y también incómodos.
Podemos destacar que las medidas por norma general usadas para sanar la candidiasis no afectan a la vaginosis citolítica. Curiosamente, la última tiene como origen la reproducción incontrolada de lactobacillus. La enorme concentración de esta bacteria provoca un incremento desmedido de la síntesis.
Tricomoniasis
Ocasionada por el protozoario Trichomonas vaginalis, la tricomoniasis es más que una simple falta de higiene. En verdad, se trata de una enfermedad de transmisión sexual. Conque la mujer puede evitarla siempre que tenga relaciones íntimas con preservativos.
Cuando tiene tricomoniasis, el organismo empieza a liberar un goteo vaginal verdoso y con tonos de amarillo. La textura es un tanto pastosa, al paso que la fragancia es muy hedionda. Otras señales comunes son una picazón insistente y una sensación de ardor.
De qué manera tratar: la eficiencia del tratamiento contra la tricomoniasis depende de la toma de antibióticos. Es esencial destacar que tanto la mujer como su pareja deben pasar por el tratamiento.
Tras todo, si la mujer es diagnosticada con tricomoniasis es prácticamente seguro que su compañero asimismo está inficionado. En consecuencia, asimismo precisa tratamiento para no contaminar a su pareja nuevamente.