El invierno está a la vuelta de la esquina. Bueno, es un decir, pero cuando las temperaturas comienzan a bajar y seguirán haciéndolo en las próximas semanas, hay que encender la calefacción y si se puede buscar algún método que reporte ahorros, pues mejor que mejor.
Una buena alternativa para los hogares puede ser la calefacción por radiación, del suelo radiante. El sistema es muy sencillo ya que se instalan una serie de tubos o hilos de fibra de carbono detrás de las paredes, por debajo del suelo o también puede ser en el techo. Es así por donde se efectúa la transmisión del calor. En el suelo es muy conveniente, ya que incluso se podrá ir descalzo por casa.
En verano puede circular agua fría actuando de refrigerante natural. Ventajas de este sistema: menor consumo de energía que la mayoría de sistemas de calefacción, es más económico, en concreto entre un 10% y un 30%.
Al ser un sistema que está distribuido por toda la superficie del suelo crea un ambiente muy agradable por todas partes, y otra gran ventaja es que no reseca el aire, por tanto no afecta ni siquiera a personas con asma, alergias… Por eso se recomienda en hospitales, residencias de ancianos y guarderías.
La temperatura media adecuada es de 22 grados.
Como no todo van a ser ventajas, citamos los inconvenientes,la obra en sí. No obstante, a largo plazo se ahorrará, aunque la primera obra cueste bastante dinero.
Otra opción para ahorrar energía consiste en revisar el ajuste de las ventanas y si no es correcto se deberían de cambiar ya que un mal ajuste hace que se pierda mucha energía.