Antes de que termine el próximo año 2011 llegará la ‘tarjeta inteligente’ o ‘sin contacto’ en el transporte público de la Comunidad de Madrid (Metro, autobuses y Cercanías Renfe). Se intenta facilitar el abono de las tarifas del autobus entre otros medios de transporte.
Se prevee que también finalice el Plan regional puesto en marcha por el Consorcio Regional de Transportes con el fin de eliminar la banda magnética y sustituirla por un chip que recogerá toda la información.
Esperanza Aguirre, ya ha probado una de estas nuevas tarjetas en la estación de Nuevos Ministerios, lugar elegido para poner de momento el primer punto de venta de dicho sistema, que estará en pruebas unos seis meses con el fin de comprobar cómo se adaptan los usuarios y mejorar sus características.
La banda magnética se intenta que desaparezca y sustituirla por un chip que recogerá toda la información, es un “adelanto tecnológico” en el servicio público de transportes que va a hacer, más cómodo y más eficiente el pago y el acceso al metro, a los autobuses, y a los trenes de Cercanías de la Comunidad de Madrid.
Hace años que los billetes incorporan la banda magnética que recoge la información sobre el ámbito de actuación y periodo de validez de los billetes. El sistema fue “un salto tecnológico importantísimo” que hizo posible que en 1987 se lanzase el abono transportes que hoy utilizan dos tercios de los viajeros de todo el transporte público madrileño.
El sistema tiene algunos inconvenientes como el deterioro de la banda o el borrado de datos que se produce cuando se acerca accidentalmente el abono a un campo magnético de cierta intensidad. De ahí, el desarrollo de este sistema mucho más fiable y mucho más cómodo para los ciudadanos.
La ‘tarjeta inteligente’ recogerá toda la información del usuario en un servidor centralizado. Pero, además, el nuevo chip presenta más ventajas: • No introducir el billete en la canceladora, que hará que la tarjeta se conserve mejor y no haya que sustituirla.
• Recoge toda la información del usuario en un servidor centralizado, evitando de esta manera, se evita su uso fraudulento.
120 máquinas actuarán en el período de pruebas que durará seis meses Es decir, el fin es que en un futuro, cualquiera que sea el abono transporte (zona A, B, B2, B3, entre otros) pueda usar esta tarjeta, que también está preparada para que más adelante pueda incorporar el uso de billetes de 10 viajes o de un determinado número de sencillos (siempre una cifra que merezca la pena).
Antes de que finalice el próximo ejercicio 2011, se pretende poner en marcha este sistema, porque, además de poner a circular las tarjetas, hay que adaptar todas las máquinas expendedoras de la red de transporte público madrileño (Cercanías, Metro, Autobuses EMT, interurbanos). 25 millones de euros destinados a esta adaptación será el coste de la mejora.
Para su recarga, simplemente, se tendrá que introducir la tarjeta, después el billete que quiere y por último la forma de pago, que puede ser en efectivo o con tarjeta de crédito gozando de confidencialidad.
Se podrá adquirir la nueva tarjeta en puntos específicos que pondrá el Consorcio Regional de Transportes y únicamente habrá que cambiarla si se deteriora o pierde.