Las propiedades naturales de algunos aceites esenciales tienen la capacidad de aportarle firmeza e hidratación a la piel, otro, por ejemplo, la aclaran, eliminan manchas, atenúan las arrugas y regulan la producción de sebo contribuyendo en la lucha contra el acné. ¿Cuáles son los más efectivos? descúbrase a continuación, así como la forma correcta de adicionarlos al tónico facial de uso diario.
¿Qué aceites esenciales se recomiendan añadir a un tónico facial?
Cuando se habla de productos ideales para nutrir y reafirmar la piel, sin duda, sobresalen los tónicos faciales; su función a nivel cosmético, es el de contribuir a su firmeza a la par que cierran los poros manteniéndole libre de impurezas.
A fin de potenciar su efecto cuidador y embellecedor del cutis, la sugerencia es adicionar algunos aceites esenciales; pero ¿cómo hacerlo? pues bien, regularmente los mismos son bastante concentrados en estado puro, demandando su disolución de la siguiente manera: 10 gotas de cada aceite por cada 100 ml de tónico, con la salvedad del aceite de árbol de té cuya dosis indicada es de sólo 5 gotas.
¿Cuáles aceites esenciales añadir al tónico facial?
La elección de un aceite esencial u otro, dependerá en la medida posible del efecto que se quiera alcanzar; no será lo mismo para aquellas que busquen disminuir la formación de sebo, a quienes requieran hidratar un cutis seco. Para dar un poco de luz al respecto, se traen 5 opciones con sus respectivas propiedades y usos recomendados.
1. Aceite de rosa damascena:
La primera sugerencia es considerada uno de los más preciados regalos de la naturaleza, no – por nada es empleado en la elaboración de un sinfín de productos de belleza, tónicos y perfumes – tal vez sea por lo agradable u delicado de su aroma, o por sus increíbles propiedades, lo cierto es que el aceite de rosas es un invitado obligado del cuidado de la piel.
Entre sus propiedades, destaca su eficiencia al optimizar la correcta circulación de la piel, en simultáneo que relaja la musculatura facial y regulariza su temperatura, lo que se traduce a un cutis más firme y saludable.
2. Aceite esencial de limón:
De la delicadeza de las rosas, pasamos al poder de los cítricos; igualmente caracterizado por su aroma, el aceite de limón sobresale por brindar efectos estimulantes y refrescante; es importante que al elegirlo, se combine únicamente con el tónico facial nocturno, ya que al ser fotosensible, cabe la posibilidad de provocar manchas en la piel.
Su uso, se recomienda para cutis con tendencia a las impurezas – granos, puntos negros y acné – o de pieles grasas, a los que le aportará luminosidad; en contraparte, son desaconsejables en personas de piel sensible.
3. Aceite de lavanda:
El tercer puesto en esta lista de aceites esenciales ideales para potenciar los efectos de un tónico facial lo ocupa el popular aceite de lavanda; reconocido por sus virtudes relajantes, tiene la propiedad de disminuir las tensiones del rostro. Sin embargo, sus propiedades equilibrantes le convierten en aliado en el tratamiento del acné pues contribuye a la regulación de la producción del sebo.
Sus mayores ventajas es la de poder ser utilizado tanto en pieles secas, como en aquellas con tendencia grasa, por ende, ingrediente elemental de un tónico facial destinado a tratar trastornos como la dermatitis, los eczemas y la psoriasis.
4. Aceite de geranio:
Otra excelente planta de gran beneficio para la piel es el geranio; el aceite que desprenden los pétalos de sus flores representa un potente antioxidante, de ahí que no es de refutar su poderío en la lucha contra el efecto nocivo de los radicales libres y el envejecimiento prematuro.
A nivel de cuidado de la piel, el aceite de geranio está indicado en el equilibrio de los niveles de sebo – tanto en pieles secas, como grasas – hidratación de piel envejecida y tratamiento de ciertas condiciones, entre ellas, acné, eczemas y dermatitis.
5. Aceite de árbol de té:
Para el final se dejó un aceite que es parte indispensable de cualquier botiquín natural, el de árbol de té o tea tree; la razón de ello es simple, se trata de un ingrediente con grandes propiedades antisépticas y antifúngicas por lo que es empleado en el tratamiento de diversas infecciones.
Como complemento del tónico facial, es importante diluirlo muy bien y utilizando las cantidades antes sugeridas, ya que es bastante irritante; de la misma manera, ha de evitarse su contacto con ojos y otras mucosas. Se recomienda para combatir el acné, erupciones cutáneas, abscesos y forúnculos.